Introducción
Desde hace más de un mes la atención mundial está centrada en los gravísimos acontecimientos que se están sucediendo en Ucrania como consecuencia del ataque iniciado por Rusia el día 24 de febrero. Dedicamos este artículo a analizar el impacto que esta crisis está teniendo sobre empresas internacionales que participan de alguna manera o planean entrar en el mercado de EEUU. Algunos aspectos como las sanciones o las restricciones a la exportación pueden generar de manera indirecta problemas en sus operaciones. Otros son fuente de potenciales oportunidades.
El gobierno de Estados Unidos inició de manera inmediata una serie de acciones punitivas como respuesta al ataque ruso, a través de órdenes ejecutivas del Presidente Biden traducidas en acciones concretas gestionadas por la Oficina de Industria y Seguridad (Bureau of Industry and Security o BIS) del Departamento de Comercio, y la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Office of Foreign Assets Control u OFAC) del Departamento del Tesoro. Su intención es generar efectos inmediatos y duraderos sobre la economía, el sistema financiero, la base industrial de defensa, y los servicios militares y de inteligencia de Rusia. Estas acciones han aumentado progresivamente su ámbito y han incluido a Bielorrusia por su apoyo a la invasión.
Es de esperar que tanto las restricciones a la exportación de BIS como las sanciones de OFAC vayan evolucionando en los próximos meses en función de cómo se desarrollen los acontecimientos.
Sanciones
OFAC proporciona a través de esta página información detallada y actualizada de las sanciones en vigor derivadas de esta guerra. Las sanciones buscan penalizar a ciertas personas y entidades relacionadas directamente con la invasión, con el gobierno o el ejército ruso, o con sectores críticos. Por otro lado, prohíben al comercio de bienes, servicios o tecnología (importaciones y exportaciones) con la región de Crimea, así como inversiones en dicha región. Las sanciones bloquean o limitan la posibilidad de hacer negocios con una serie de agencias del gobierno, empresas (en particular una buena parte de las entidades financieras) y otras organizaciones, así como una serie de personas físicas.
Es importante entender que se han incluido igualmente en estas sanciones a algunas empresas y personas fuera de Rusia y Bielorrusia. Un ejemplo es Nord Stream 2 AG, la empresa suiza detrás del oleoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania, y su director ejecutivo alemán, Matthias Warnig.
Dada la complejidad y volatilidad de estas sanciones no vamos a intentar describirlas en detalle y recomendamos consultar las webs citadas.
Cualquier empresa internacional que tenga negocios en marcha o planificados con personas o entidades de Rusia, Bielorrusia o Ucrania, o que estén relacionados de alguna manera con dichos países, debería prestar atención a estas sanciones estadounidenses independientemente de su ubicación geográfica. Existe una herramienta proporcionada por el gobierno de EEUU que permite buscar fácilmente nombres de personas y entidades en la lista consolidada de personas y entidades afectadas por todas las sanciones en vigor. Puede encontrarse en este enlace.
En algunos casos, cuando EEUU no puede imponer penalizaciones a una entidad o persona extranjera que haya infringido una sanción, puede llegar a actuar contra sus filiales o activos estadounidenses, o solicitar a otros gobiernos que lleven a cabo alguna acción en su país.
Un ejemplo es el arresto de la directora ejecutivo de Huawei Technologies Co (una empresa china) en diciembre de 2018 en un aeropuerto canadiense debido a violaciones de sanciones en los negocios de dicha empresa con Irán, lo que llevó a EEUU a solicitar al gobierno canadiense que llevara a cabo dicha detención y solicitara su extradición. Tras casi 3 años en Canadá, pudo finalmente regresar a China en septiembre de 2021 después de un acuerdo.
En otro caso de 2015, BNP Paribas SA (BNPP), una institución financiera global con sede en París, fue sentenciada por procesar miles de millones de dólares en transacciones a través del sistema financiero estadounidense en nombre de entidades sudanesas, iraníes y cubanas sujetas a sanciones estadounidenses. EEUU impuso a BNP Paribas una multa sin precedentes de 8.834 millones de dólares.
Por tanto, las filiales o los activos estadounidenses de empresas internacionales pueden sufrir penalizaciones importantes si las actividades en otros países por parte de sus filiales o propietarios violan alguna sanción activa.
Restricciones a la exportación
BIS gestiona las nuevas restricciones a la exportación, detalladas en esta sección de su web. Las restricciones a la exportación estadounidenses son de gran relevancia en sectores como defensa o la industria aeroespacial, una barrera de entrada que ya hemos citado en este artículo. En particular son de especial relevancia las International Traffic in Arms Regulations o ITAR, y las Export Administration Regulations o EAR.
Las nuevas restricciones ya citadas y gestionadas a través de BIS endurecen las existentes en lo que se refiere a la exportación de ciertos artículos, tecnología y servicios cuando van destinados a ciertas personas o entidades relacionadas de alguna manera con Rusia, Bielorussia o Ucrania.
Por otro lado, EEUU ha impuesto un amplio embargo sobre dos regiones ucranianas, Donetsk y Luhansk, extendiendo medidas que ya estaban siendo aplicadas desde hace tiempo sobre Crimea.
De manera similar a como ocurrió hace unos años con la expansión de los controles sobre la empresa china Huawei, las empresas extranjeras, muchas de las cuales nunca antes han solicitado una licencia de exportación de EEUU, probablemente ahora deban solicitar autorizaciones de exportación de EEUU para negocios en Rusia, Bielorussia o Ucrania, o relacionados con estos países de alguna manera.
Por ello, las empresas internacionales que exportan a los países citados deben asegurarse de que no están exportando o reexportando artículos que son el producto directo de cualquier artículo o tecnología sujeto a las antiguas o las nuevas restricciones de exportación.
Por ejemplo, una filial estadounidense de una empresa extranjera podría verse penalizada seriamente si ha transmitido legalmente a una filial extranjera artículos o tecnología y dicha filial lo reexporta a una persona o entidad rusa violando alguna de las nuevas restricciones de exportación.
Oportunidades como consecuencia de cambios en la demanda y la cadena de suministro
Como consecuencia de todo lo dicho y con la intención de minimizar la dependencia económica de Rusia, EEUU ha iniciado un proceso de sustitución de importaciones provenientes de dicho país, en la medida de lo posible, sustituyéndolas por otras fuentes. Esto afecta en particular a productos como combustibles, acero y hierro, metales y piedras preciosas, fertilizantes y productos químicos.
Obviamente se ha aumentado de manera considerable el potencial del sector defensa estadounidense por el incremento de demanda esperado por parte del gobierno de EEUU y sus aliados. También es de destacar la explosión del interés en el sector de ciberseguridad, ya iniciada en los últimos años y que ha crecido aún más en este año por el temor existente a que Rusia lance ataques masivos contra empresas y organizaciones gubernamentales. Un reflejo de este interés es la reciente adquisición de uno de los líderes en ciberseguridad, Mandiant, por parte de Google por 5.200 millones de dólares.
Otro sector afectado directamente de manera positiva es el de energías renovables. Si ya existía un enorme interés en impulsarlas como vía de defensa contra el cambio climático, reflejado en la ley de infraestructuras aprobada por el Congreso de EEUU en noviembre de 2021 y de la cual ya hablamos en este artículo de nuestro blog, ahora crecerá de manera aún mayor dada la necesidad estratégica de reducir la dependencia energética del exterior.
Asimismo, la tensión internacional y su impacto sobre las cadenas de suministro globales darán un Impulso adicional a las tendencias de “reshoring” (reducir el peso de la fabricación realizada en el extranjero) y “near-shoring” (acercar parte de dicha fabricación a países cercanos o de bajo riesgo) que ya se iniciaron como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Todo ello adquiere aún mayor importancia por la preocupación existente de que puedan generarse nuevos conflictos en países en disputa que exportan componentes críticos, como es el caso de Taiwán y los microprocesadores. Todo ello aumenta de manera significativa en EEUU el interés en empresas que puedan permitir la producción doméstica de componentes que hoy día se importan del exterior, a través de tecnologías avanzadas en áreas como robótica, impresión 3D o inteligencia artificial.
Conclusiones
Como todas las grandes crisis, la guerra en Ucrania presenta una serie de problemas y oportunidades que pueden impactar de manera considerable a las empresas internacionales que hacen negocios en EEUU.
Es importante revisar cuidadosamente con personal experto las implicaciones legales y operativas de las nuevas sanciones y restricciones a la exportación especialmente si alguna filial del grupo está involucrada en personas o países que puedan haberse visto afectados.
Igualmente, la crisis se ha convertido en un impulso a varios sectores clave que puede generar oportunidades de enorme interés en EEUU para muchas empresas si tienen los conocimientos o tecnologías adecuados además de la agilidad suficiente para poder aprovecharlas.
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