En un comunicado conjunto emitido el 5 de marzo, EEUU y la Unión Europea han acordado una suspensión inmediata durante 4 meses de los aranceles cruzados que se habían originado como consecuencia de las disputas asociadas a las ayudas públicas a Boeing y Airbus. Un acuerdo similar fue anunciado por EEUU y el Reino Unido el día anterior.
Estos conflictos, gestionados en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), habían dado lugar a la autorización por parte de la misma de aranceles sobre un amplio conjunto de productos de ambos lados.
Esta noticia confirma las expectativas que habíamos explicado en nuestro reciente artículo Llega la Era Biden: Impacto sobre Empresas Internacionales y en el que decíamos «Es de esperar que la nueva administración retome la colaboración internacional en el marco de la OMC y busque vías para acabar con las guerras de aranceles de los últimos años». Sin duda este acuerdo provoca una desescalada muy significativa de las tensiones creadas en los últimos años sobre la relación comercial entre ambos bloques.
Es una excelente noticia que sin duda favorecerá la actividad de muchas empresas de la Unión Europea, incluyendo ciertos productores y exportadores españoles, en EEUU. Como se dice en el comunicado:
«Esto permitirá a la UE y EEUU aliviar la carga sobre sus industrias y trabajadores y concentrar los esfuerzos en resolver estas disputas de larga duración en la OMC»
Esta medida contrasta con declaraciones realizadas por la Responsable de Comercio (US Trade Representative), Katherine Tai a finales de marzo, en las que indicaba que no hay planes en este momento de reducir los aranceles aplicables a China.
Todo ello es coherente con la política anunciada por Biden durante su campaña electoral en la que abogaba por reforzar sus relaciones con aliados tradicionales como la Unión Europea y negociar con firmeza otras relaciones comerciales, apostando por un orden internacional basado en reglas, liderado por Estados Unidos, con énfasis en reducir las barreras comerciales, pero estableciendo estándares de comercio globales.
Los aranceles estadounidenses citados incrementaban otros existentes anteriormente con una tasa de un 25%. para productos agroalimentarios que había ocasionado un daño inmenso a las exportaciones de productos europeos como vinos, quesos, aceitunas, aceite de oliva, licores y ciertos artículos de lujo. Llegaron a reducir el volumen de ventas de estos productos hacia EEUU hasta un 70% en ciertos casos como ocurrió con el aceite de oliva y las aceitunas españolas. En ocasiones, los productores o exportadores decidieron asumir el impacto sin trasladar el coste al cliente final, aceptando el deterioro económico asociado sobre sus balances. En la misma medida, ahora suspendida, EEUU había impuesto un arancel de un 10% a ciertas importaciones aeronáuticas europeas.
Es importante remarcar que deberá consolidarse el acuerdo, que es una suspensión temporal, con una eliminación permanente de dichos aranceles. Igualmente debe tenerse en cuenta que existen otros aranceles al margen de los que se han suspendido y que siguen en vigor, algunos de ellos impuestos durante la era Trump como fue el caso de los aplicables a las importaciones de acero. También existe un conflicto abierto entre EEUU y la Unión Europea por los impuestos digitales, la llamada ‘Tasa Google’. Todo ello deberá negociarse en los próximos meses por lo que la incertidumbre no ha terminado todavía.
De cualquier manera, el acuerdo debe ser considerada como una excelente noticia para empresas internacionales con interés en el mercado de EEUU.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)